M X, 45 años, víctima de fractura bimaleolar de tobillo intervenida hace 14 meses,
tiene un dolor residual importante que limita la marcha y la reincorporación al trabajo (el paciente es fisioterapeuta autónomo).
Después de su operación, presentó CRPS tipo 1 o CRPS muy debilitante. Actualmente todavía hay dolor (zona roja).
El examen del paciente encontró hiperestesia de la parte delantera del pie y el borde externo de la pierna (zona roja).
La gammagrafía ósea realizada hace unos meses por el paciente encontró hiperfijación ósea reproduciendo la topografía dolorosa del antepié.
El examen de las cicatrices (en verde) (palpación enrollada) es muy desagradable y tiende a reproducir el dolor del paciente.
El tratamiento de las cicatrices permite una desaparición de los síntomas y una reanudación de la fisioterapia de un tobillo «pegado» por un año de inmovilización analgésica.