Recordatorio anatómico
Desde la superficie hasta la profundidad encontramos:
–El músculo gastrocnemio compuesto por dos cabezas, medial y lateral (antiguo gemelo interno y externo). Se inserta, proximalmente, en el extremo distal posterior del fémur y, distalmente, en el calcáneo por el tendón del calcáneo (tendón de Aquiles).
Su función es estabilizar la rodilla y el tobillo, evita que la tibia se incline hacia adelante. Cuando está de pie e inmóvil no está activo. Se vuelve más activo cuando el sujeto se inclina hacia adelante. Es un músculo de reserva en actividades como subir o bajar escaleras, subir una pendiente o andar en bicicleta.
Su función con el sóleo es mantener la postura mientras está de pie. Entra en acción tan pronto como la posición del cuerpo en posición de pie varía en más de 5 grados.
–El músculo sóleo (en rojo) y el músculo plantar (en verde).
Proximal, el músculo sóleo se une a la cabeza del peroné y luego desciende a lo largo del tercio medio de este hueso hacia atrás, al tercio medio de la cara medial de la tibia y a la aponeurosis ubicada entre estos 2 huesos. Distalmente, se une al gastrocnemio para formar el tendón de Aquiles.
El músculo plantar inconstante se une proximalmente al fémur (distal) y tiene un tendón largo que discurre entre el gastrocnemio y el sóleo para unirse distalmente al borde posterior medio del calcáneo.
El sóleo estabiliza la rodilla y el tobillo al caminar y limita la rotación hacia adelante de la tibia en el pie estacionario. El sóleo y el plantar llevan el pie a la flexión plantar.
-el músculo tibial posterior y los flexores largos de los dedos de los pies
El músculo tibial posterior se une proximalmente al peroné, la tibia, la membrana interósea. Distal, el tendón pasa por detrás del maléolo medial y se une al escafoides, calcáneo, cuneiformes, cuboides y metatarsianos segundo, tercero y cuarto. Actúa como supinador y mantiene, limitando la pronación, el contacto armonioso de los metatarsianos con el suelo.
El músculo flexor largo de los dedos se inserta proximalmente en los 2/4 medios de la superficie posterior de la tibia. Las fibras convergen en el tendón que pasa por detrás del maléolo medial en un surco que comparte con el tendón del tibial posterior (vaina sinovial independiente). Este tendón luego cruza el aspecto superficial del tendón flexor hallucis. En la mitad del pie, el tendón se divide en dos y pasa a través del tendón del flexor digitorum brevis para insertarse en la base de la última falange distal de los 4 dedos.
El flexor hallucis longus toma su inserción en los últimos 2 tercios del peroné. Las fibras musculares se unen para formar el tendón en la superficie posterior de la parte distal de la tibia. Luego, el tendón cruza la superficie posterior del astrágalo y la superficie inferior del calcáneo, luego pasa por debajo del tendón del flexor largo de los dedos para insertarse distalmente en la base de la última falange del dedo gordo.
Estos dos músculos flexores desempeñan un papel en la estabilización del pie y el tobillo en el medio y al final de la fase de apoyo. Permiten la flexión de las últimas falanges y la flexión plantar cuando el pie está libre.
Síndrome miofascial:
El músculo gastrocnemio:
En verde está la zona responsable del dolor, en rojo las zonas de dolor referido.
Una de las manifestaciones comunes del síndrome miofascial del gastrocnemio son los calambres en las pantorrillas. Se producen con mayor frecuencia cuando el sujeto ha permanecido tumbado y apoya el pie en flexión plantar prolongada (despertares nocturnos tras varias horas de sueño, por ejemplo). el tratamiento se realiza mediante dorsiflexión activa o pasiva.
Otra manifestación de este síndrome es la claudicación intermitente definida por la aparición de dolor después de caminar una cierta distancia. Esta claudicación intermitente está relacionada principalmente con la isquemia o con un origen neurológico. El tratamiento del síndrome miofascial asociado a estas patologías puede mejorar el rendimiento del paciente y reducir el dolor provocado por el fenómeno inicial.
Tenga en cuenta que estos calambres a veces se asocian con radiculopatía S1 y pueden ser causados o agravados por deshidratación, hipomagnesemia, hipopotasemia, hipocalcemia, enfermedad de Parkinson (forma distónica).
La activación del síndrome miofascial está ligada a movimientos repetidos de flexión plantar con la rodilla doblada (caminar en pendiente, escalar rocas, andar en bicicleta con un sillín demasiado bajo, caminar en un piso inclinado). Este síndrome puede verse agravado por el uso de medias cuyo elástico se encuentra justo debajo de la rodilla, el uso prolongado de tacones altos también puede favorecerlo.
Los diagnósticos diferenciales de estos dolores son:
– Pierna de tenista (desgarro muscular del gastrocnemio)
– flebitis
– un quiste poplíteo
– Tendinopatía del tendón de Aquiles
El tratamiento se realiza mediante masaje y luego extensión de los músculos mediante dorsiflexión pasiva. En algunos casos la infiltración de la zona gatillo con lidocaína puede mejorar la situación siempre acompañada de estiramientos.
Las acciones correctivas incluyen:
– Evite los zapatos de tacón alto,
– Tenga cuidado con el pedal del acelerador de un automóvil que es demasiado duro o demasiado plano
– Asegurar un correcto apoyo de los pies en posición sentada.
– Evite las bandas elásticas demasiado apretadas debajo de la rodilla.
– Evite subir los lados a pie durante demasiado tiempo o caminar sobre un terreno con pendiente transversal
– Realice regularmente ejercicios de estiramiento en casa.
El músculo sóleo:
En el diagrama de arriba, el dolor referido está relacionado con el síndrome miofascial. El más frecuente es el punto 1 descrito en el diagrama responsable del dolor en el talón y el arco del pie.
El síndrome miofascial del sóleo se ve favorecido por la marcha sobre planos inclinados, por actitudes prolongadas en flexión plantar (silla demasiado alta, tacones altos, pie en flexión plantar durante la noche.
Las medidas correctivas y el tratamiento son similares a los del gastrocnemio suprayacente.
El músculo plantar:
Las causas y el tratamiento del síndrome miofascial en el músculo plantar son los mismos que para el músculo sóleo. Tenga en cuenta que una forma rara de claudicación intermitente está relacionada con la compresión de la arteria poplítea por el tendón del músculo plantar.
El músculo tibial posterior:
El dolor asociado al síndrome miofascial del tibial posterior es intenso en el arco del pie y el tendón de Aquiles. Ocurren especialmente cuando el sujeto camina o corre sobre superficies irregulares. Este malestar puede aparecer al practicar las actividades mencionadas anteriormente. También pueden ocurrir cuando el sujeto tiene una pronación del pie demasiado pronunciada. La pronación excesiva se puede ver en la hiperlaxitud mediotarsiana, cuando hay equinismo en el tobillo, cuando hay pie de Morton.
El tratamiento consiste en realizar estiramientos del músculo, paciente sobre el pie del vientre fuera de la camilla, se coloca el pie en dorsiflexión y luego en eversión.
Las medidas correctivas son necesarias en caso de pie de Morton. El funcionamiento debe realizarse sobre una superficie lisa y nivelada.
Los músculos flexores largos de los dedos de los pies:
El dolor referido de estos dos músculos se encuentra principalmente debajo del arco del pie y los dedos de los pies.
Su aparición se ve favorecida al correr o trotar por terrenos irregulares, pero también en caso de pie cavo, pie de Morton, hiperlaxitud mediotarsiana, caminar con el pie en excesiva pronación.
El tratamiento se realiza con el paciente boca abajo, rodilla a 90°, pie en dorsiflexión y extensión de los dedos.
El autoestiramiento por parte del paciente se realiza con el talón en el suelo con el pie en dorsiflexión con estiramiento y extensión de los dedos.
Evitaremos llevar zapatos demasiado cortos que impidan la extensión completa de los dedos.
Las suelas correctoras también serán un aporte interesante.